La cristalización de los carbonatos origina presiones
en el suelo, empujando granos preexistentes, desplazándolos y terminando,
en casos extremos, con su expulsión de los horizontes cálcicos.
Como indicaciones de que el proceso de desplazamiento ha
tenido lugar, tenemos:
Existencia de granos minerales separados y fragmentados
que muestran importantes cambios en la posición de los diferentes
fragmentos.
Presencia de pajillas de micas separadas y dobladas.
Areas con material original comprimido en zonas
de alta densidad.