FACTORES FORMADORES

 

 

II.1. CLIMATOLOGIA

 

La climatología de una zona influye sobre la distribución de suelos, flora y fauna, así como sobre el relieve de la misma.

 

La caracterización del clima en un area, tiene gran importancia, ya que de esta forma se pueden predecir un gran numero de procesos que se dan en el suelo, como son: descomposición de materia orgánica, movilización de componentes, contenido en agua,....

Según CARBON y GALBRAITH (1975), es de gran importancia la caracterización de los balances hídricos de los suelos a la hora de conocer los procesos de formación de los mismos; de esta forma FANIRAN y AREOLA (1978), establecen relaciones entre la precipitación y los contenidos en nitrógeno, materia orgánica, arcilla y la profundidades a la que se encuentra las acumulaciones de Ca CO3; más recientemente ORTEGA y cols (1990, 1993), establecen relaciones entre los parámetros climáticos y edáficos, encontrando una clara correlación entre ellos, en los que se denota la influencia de unos en otros.

 

Hay que tener en cuenta que Soil Taxonomy (1975) y Keys to Soil Taxonomy (1990), tienen en cuenta además de otras características inherentes al suelo y al ambiente, las condiciones climáticas de los suelos expresadas como Regímenes de humedad y temperatura.

 

Por todas estas razones hemos abordado el estudio del clima del suelo en la zona con la intención de llegar a tipificar cual es la influencia que ejerce cada uno de ellos en la génesis y evolución de estos suelos.

 

Todos los datos han sido obtenidos del SMN (1991), y del Servicio de Hidrología de la C.A.S.E. (Málaga) entre los años 1951 y 1989, ambos inclusive, correspondientes a precipitación y temperatura en el área de Granada.

 

Las estaciones consideradas en la zona para el estudio climático, se encuentran recogidas con las correspondientes coordenadas UTM (longitud y latitud), además de su altitud y tipo de estación (T=termométrica; P=pluviométrica), con los correspondientes años de muestreo, en la Tabla núm.1.

TABLA NUM. 1

Estaciones termométricas y pluviométricas de la zona.

 

Estación Longitud Latitud Altitud (m) Tipo/Muestreo (años)

 

Pinos Genil 4.557 41.130 774 T (70-85); P (51-88)

Beas de Granada 4.604 41.211 1320 P (67-84)

Quentar (ICONA) 4.588 41.163 872 P (71-87)

Pin.Genil (Aceq.G.) 4.537 41.130 740 P (68-89)

Alfacar (Alfaguara) 4.541 41.228 1480 P (55-89)

Huetor Santillan 4.542 41.194 1022 P (55-89)

Granada (C.de A.) 4.469 41.147 685 P (51-89)

Monachil 4.521 41.098 810 P (51-88)

Gabia La Grande 4.408 41.100 697 P (51-70)

Albolote 4.419 41.194 654 P (53-88)

Granada (Base Aer.) 4.441 41.101 680 T (51-89); P (51-89)

Chimeneas 4.323 41.095 760 P (52-75)

Santa Fé 4.363 41.161 579 P (51-89)

Granada (Cartuja) 4.467 41.164 720 T (51-76); P (51-76)

Chauchina 4.316 41.175 551 P (51-89)

Iznalloz (S.Umbría) 4.580 41.353 1060 P (51-75)

Iznalloz 4.530 41.386 805 P (51-78)

Atarfe (SEA) 4.390 41.197 598 T (72-89); P (71-89)

Fuente Vaqueros 4.294 41.200 540 T (75-89); P (74-89)

Deifontes 4.474 41.311 737 P (51-78)

Nívar 4.487 41.237 1055 P (51-87)

Calicasas 4.453 41.252 764 P (51-87)

Granada (Aeropto) 4.312 41.161 570 T (72-89); P (72-89)

Colomera 4.367 41.362 866 P (51-88)

Colomera (L.Torres) 4.372 41.314 680 P (59-76)

Pantano Cubillas 4.405 41.260 630 T (67-88); P (52-88)

Caparacena 4.367 41.244 613 P (67-87)

Pinos Puente (Viv.) 4.337 41.231 576 P (60-87)

Moclín-Tozar 4.313 41.362 944 P (51-73)

Colomera (El León) 4.367 41.366 860 T (78-89); P (78-89)

Pinos Pte. (Bucor) 4.324 41.266 610 T (72-85); P (71-85)

Moclín 4.304 41.329 1065 P (51-88)

Moclín-Los Olivares 4.320 41.317 625 P (51-88)

Illora 4.219 41.269 744 P (51-88)

Illora (Estac.FF.CC.) 4.236 41.228 590 P (74-89)

Illora (TV) 4.185 41.289 1592 T (74-89); P (73-89)

Illora-Obeilar 4.231 41.231 600 P (58-87)

Chauchina (La Ola) 4.287 41.124 640 P (68-89)

Illora (Molino del Rey) 4.204 41.240 778 T (73-89); P (73-89)

Láchar-Peñuelas 4.241 41.146 530 P (68-87)

Pinos Pte (Fuens.) 4.202 41.149 580 T (73-89); P (72-89)

Iznalloz (El Frage) 4.482 41.385 890 T (75-89); P (75-89)

De las cuarenta y dos estaciones termopluviométricas que se han empleado para caracterizar el clima del suelo en la zona, veinte de ellas se encuentran incluidas en el área de estudio, mientras que las veintidos restantes se encuentran en los límites, en una franja que no supera los 6.5 Km, pero han sido empleadas debido a que podían suministrar una información de enorme utilidad por la cercanía, y por representar diferente localización geográfica y altitud, punto este último muy interesante si se quieren establecer diferentes rangos climáticos en una zona con relativamente pocas variaciones altitudinales.

A partir de los datos climáticos suministrados por estaciones situadas en una zona, y con un numero de años lo suficientemente alto, es posible mediante un método de correlación multiple entre los parámetros implicados, predecir cuál va ser el clima de un suelo en un lugar determinado. Además si tenemos en cuenta que se pueden obtener datos fiables, de acuerdo con los coeficientes de correlación múltiple requeridos para el numero de muestras que manejemos, es lógico pensar que es un método de inestimable ayuda para el cálculo de los regímenes de humedad y temperatura del suelo.

 

Precipitaciones

 

TABLA NUM. 2

Datos medios pluviométricos mensuales y anuales (en mm).

 

Estación E F M A M J J A S O N D Año

 

Pinos Genil 72,2 75,0 74,5 57,5 47,0 21,3 3,7 6,3 21,9 55,7 74,0 80,5 589,5

Beas de Granada 187,5 138,8 129,5 93,5 90,3 37,9 4,4 2,7 29,4 87,2 137,5 72,1 1010,7

Quentar (ICONA) 67,2 76,6 51,1 57,8 69,9 22,4 5,5 5,4 12,1 37,7 87,7 75,3 568,7

Pin.Genil (Aceq.G.) 67,4 63,4 63,4 53,3 42,5 19,2 2,7 4,6 15,4 43,1 67,5 67,2 509,9

Alfacar (Alfaguara) 106,8 113,8 96,0 84,9 76,0 37,7 3,9 5,1 28,6 68,6 100,1 100,7 822,2

Huetor Santillan 94,0 119,9 102,3 93,9 66,1 31,9 4,4 3,7 30,0 78,5 91,7 120,4 836,8

Granada (C.de A.) 58,7 55,2 65,7 47,7 40,1 16,3 3,5 4,6 20,6 53,7 57,6 69,1 492,8

Monachil 53,1 55,8 57,4 49,3 38,8 14,7 2,3 5,1 19,8 52,7 59,1 58,9 466,8

Gabia La Grande 45,7 49,7 53,5 42,7 34,4 31,6 4,0 10,9 25,0 44,3 57,4 60,5 455,6

Albolote 59,6 58,6 57,0 44,9 35,2 17,1 4,8 4,8 18,5 48,8 59,4 68,6 477,3

Granada (Base Aer.) 46,6 44,9 45,4 42,5 30,5 16,3 3,9 3,5 16,9 38,0 50,5 55,1 393,9

Chimeneas 44,6 53,7 53,6 42,1 27,5 23,9 2,6 9,9 16,5 50,0 53,3 66,1 443,5

Santa Fé 45,9 44,3 44,2 38,2 28,4 13,5 4,0 3,5 18,9 38,4 52,1 53,9 385,2

Granada (Cartuja) 52,9 54,6 61,5 50,7 42,2 15,4 2,7 4,4 23,7 53,9 53,0 62,7 477,6

Chauchina 44,7 45,8 45,3 37,5 27,3 15,3 3,7 3,1 21,5 36,7 51,1 55,8 387,9

Iznalloz (S.Umbría) 79,0 88,6 96,3 61,1 49,5 20,6 5,2 7,4 28,6 61,4 78,5 98,6 674,8

Iznalloz 77,9 74,4 79,6 53,5 42,3 24,1 6,3 8,6 23,6 65,9 64,9 96,0 617,3

Atarfe (SEA) 50,3 48,2 40,5 51,2 36,1 15,4 5,9 2,4 12,2 36,2 52,0 51,3 401,8

Fuente Vaqueros 42,6 48,5 36,3 39,2 25,7 12,6 4,2 3,0 12,5 22,8 56,7 61,2 365,2

Deifontes 62,8 62,5 57,2 51,6 36,5 25,0 4,8 5,0 18,6 47,9 63,7 75,0 510,7

Nívar 61,9 61,1 62,1 55,8 43,2 19,8 2,8 4,2 18,4 46,5 67,8 72,0 515,5

Calicasas 69,3 65,3 62,8 55,4 43,4 24,2 2,8 3,3 15,2 47,8 62,4 79,0 530,8

Granada (Aeropto) 38,4 43,3 36,5 38,1 26,1 17,0 6,5 2,5 11,4 34,9 49,8 52,5 357,2

Colomera 77,0 80,1 72,0 60,9 40,7 20,6 4,5 7,3 20,4 47,3 78,3 89,5 598,6

Colomera (L.Torres) 72,6 63,4 61,7 47,0 43,1 28,5 6,6 5,3 24,7 59,7 66,3 83,6 562,5

Pantano Cubillas 64,2 61,4 57,5 55,9 40,3 24,7 4,5 5,2 20,8 46,6 67,4 76,9 525,5

Caparacena 62,4 56,9 48,8 51,7 40,1 24,5 3,0 4,8 17,0 36,1 59,9 58,5 463,5

Pinos Puente (Viv.) 56,2 64,3 49,0 46,9 35,0 24,2 1,1 2,7 18,3 43,3 65,5 67,6 474,1

Moclín-Tozar 70,0 61,7 65,1 48,8 39,3 22,6 2,1 6,1 24,5 52,3 62,7 71,7 526,8

Colomera (El León) 77,6 88,4 63,5 61,9 44,7 22,0 7,6 10,0 21,5 31,9 114,6 101,9 645,6

Pinos Pte. (Bucor) 42,5 40,5 39,0 48,2 30,0 24,5 3,9 3,2 12,6 30,9 40,9 52,0 368,2

Moclín 83,8 73,8 67,8 53,9 45,6 27,7 3,2 4,5 23,3 48,2 78,0 81,0 590,8

Moclín-Los Olivares 71,1 65,5 61,7 50,5 42,2 24,8 1,9 3,9 24,4 48,4 72,4 79,2 545,9

Illora 73,8 80,7 73,7 56,8 36,1 21,1 5,3 5,0 20,8 49,6 76,3 98,6 597,8

Illora (Estac.FFCC) 62,9 73,6 41,8 46,3 31,5 28,6 6,2 1,9 17,0 36,7 70,4 70,6 487,6

Illora (TV) 66,2 69,7 38,5 50,8 36,2 27,1 8,9 5,9 16,9 45,1 93,2 109,8 568,1

Illora-Obeilar 72,9 66,1 56,1 43,5 32,0 24,7 3,7 2,3 21,9 46,9 66,0 81,3 517,5

Chauchina (La Ola) 61,8 53,5 50,1 44,0 33,6 31,1 4,4 1,8 19,9 38,3 48,9 59,4 446,8

Illora (Mol. del Rey) 61,8 71,0 48,2 51,3 36,8 24,3 9,5 3,9 15,9 37,1 70,5 85,2 515,5

Láchar-Peñuelas 56,8 45,4 50,9 45,0 27,4 21,7 5,5 3,6 16,6 34,3 52,9 59,9 419,9

Pinos Pte (Fuens.) 45,8 54,7 37,0 44,4 32,9 18,9 7,0 3,2 13,0 39,3 50,6 74,2 421,1

Iznalloz (El Frage) 83,2 88,5 62,8 63,6 48,6 22,3 6,0 8,8 16,0 48,2 101,7 122,7 672,3

 

La precipitación media de la zona esta cifrada en valores que fluctúan entre 400 y 600 mm anuales, repartidos en otoño e invierno ( los meses de mayor precipitación son generalmente Noviembre y Diciembre, aunque en ocasiones aparecen valores elevados de precipitación en el primer trimestre del año), con valores sensiblemente inferiores en primavera, mientras que durante el verano y principios de otoño, es la epoca del año con mayor escasez de agua. Las estaciones que presentan los datos extremos de precipitación media anual son Beas de Granada (máx.) y Fuente Vaqueros (mín.), destacando en la primera el prolongado periodo de lluvias que supera los 90 mm mensuales desde mediados de Octubre hasta Mayo. En este caso se observa claramente la influencia de las coordenadas U.T.M. más que la altitud, ya que contrasta fuertemente con la estación Illora (TV) que, pese a estar a mayor altitud presenta una precipitación media anual casi la mitad de la de Beas de Granada.

 

 

Temperatura

TABLA NUM. 3

Datos medios termométricos mensuales y anuales (en 0C).

 

Estación E F M A M J J A S O N D Año

 

Pinos Genil 6,2 7,5 8,6 10,9 13,7 18,7 22,5 22,7 19,3 14,0 10,1 6,7 13,4

Granada (Base Aer.) 7,0 8,0 10,3 12,6 16,4 21,0 25,1 24,9 21,4 15,8 10,7 7,6 15,1

Granada (Cartuja) 7,5 8,0 10,4 12,5 17,1 21,3 25,2 25,2 21,6 15,6 10,9 7,8 15,3

Atarfe (SEA) 5,4 7,0 9,7 11,4 14,3 20,0 22,8 22,7 19,2 14,0 9,6 5,9 13,5

Fuente Vaqueros 6,5 8,3 10,1 12,8 15,8 21,7 24,1 23,5 20,6 15,0 10,0 7,3 14,6

Granada (Aeropto) 6,8 8,3 10,2 12,6 15,9 20,9 24,4 24,0 21,1 15,2 10,6 7,7 14,8

Pantano Cubillas 7,2 8,3 10,8 12,1 16,1 21,2 25,3 25,3 21,8 16,6 11,1 7,5 15,3

Colomera (El León) 5,9 7,0 9,4 9,8 14,3 21,2 25,1 24,9 21,9 15,8 10,5 6,9 14,4

Pinos Pte. (Bucor) 5,0 6,5 9,2 10,5 15,5 20,9 24,2 24,1 20,5 14,3 8,9 5,7 13,8

Illora (TV) 3,0 3,5 4,1 6,1 8,9 15,4 20,9 20,1 16,9 10,4 6,0 4,2 10,0

Illora (Mol. del Rey) 6,9 8,2 10,0 12,1 15,3 21,3 25,4 25,1 22,1 15,9 10,9 8,0 15,1

Pinos Pte (Fuens.) 5,9 7,8 9,6 12,4 15,8 21,9 26,7 25,9 22,4 16,1 10,7 7,4 15,2

Iznalloz (El Frage) 5,5 6,7 8,3 10,6 14,2 20,8 24,1 23,9 20,9 15,9 10,3 7,5 14,0

 

Las temperaturas al contrario de lo que ocurre con las precipitaciones que poseían un comportamiento errático, son muy homogéneas en todos los meses. En los meses estivales se puede encontrar el hecho de que algunas estaciones al estar cercanas a zonas montañosas, puedan sufrir esta influencia en forma de mayores oscilaciones térmicas entre las temperaturas del día y de la noche.

 

Las temperaturas medias anuales oscilan entre los 13.5 y 15 ° C, correspondiendo las más elevadas al mes de Julio (26.7 ° C ), seguido por Agosto, y las mas bajas a los meses de Enero (5 ° C ), seguido por Diciembre. Un caso excepcional lo constituye la estación Illora (TV) por motivos altitudinales, presentando unos mínimos a destacar.

 

Regímenes de humedad y temperatura

 

Para algunos edafólogos como BUOL et al ( 1991) y GAUCHER ( 1971), el clima más que un factor formador, es una propiedad del suelo y atendiendo a él, justifican algunas de sus características o lo utilizan como elemento taxonómico; el problema es medir los elementos que lo definen, ya que los métodos propuestos son más complejos y complicados que los atmosféricos, debido a la dificultad que entraña la determinación directa en el seno edáfico y por la carencia de equipos adecuados.

 

Para intentar solucionar todos estos problemas, se realizan balances hídricos, materializándose como fichas numéricas y gráficos, que representan los valores de la lluvia mensual y anual de cada suelo, basada en la predicción de acuerdo con unas ecuaciones de correlación previamente calculadas, así como en la temperatura que es calculada mensual y anualmente a partir de ecuaciones establecidas en la zona y que nos pueden servir de base para la elaboración de la evapotranspiración potencial del suelo. En las Figuras nº 1 y 2 se muestran unos balances hídricos representativos del área.

 

La capacidad de almacenamiento de agua por el suelo, también llamada agua útil (AWC), se fundamenta en las características propias del suelo y en la profundidad hasta donde llegan las raíces, es decir el espesor del "solum" del suelo.

 

En todos los casos los coeficientes de correlación múltiple son suficientemente altos (LUCDEME,1994), de ahí que se utilicen para el cálculo de precipitación y temperatura en cada uno de los puntos de muestreo para hacer el balance hídrico, calculando las pérdidas por ETP mediante la ecuación de THORNTHWAITE (1941).

 

Relacionando los valores obtenidos mediante las correspondientes ecuaciones, se determina el exceso o déficit de agua para cada suelo y el estado de la reserva natural de agua de los mismos, cuyo valor máximo es la llamada capacidad de retención, a partir de cuya cifras el agua drena libremente.

 

El análisis de los balances indica de forma general un ciclo que inicia con almacenamiento de agua (Recarga) en otoño, completando la reserva en un periodo de tiempo relativamente corto, ya que durante el mes de diciembre se marca el punto en que se produce excedente de agua (Sobrante) manteniendose, dicho estado hídrico, casi medio año, continuado por un largo tramo temporal con intenso déficit que coincide con el periodo estival.

 

No hay datos referentes a humedad relativa, viento, insolación, nubosidad y niebla, aunque por experiencia se sabe que no son significativos en las áreas de cultivo para el uso que actualmente se les da. En la zona de Sierra Gorda, sin embargo, sí pueden tener cierta relevancia y tenerse en cuenta a la hora de planificar repoblaciones y otros usos.

 

 

 

 

 

II.2. VEGETACION.

 

La cubierta vegetal es reflejo de la climatología en el paisaje, de modo que la vegetación natural es un elemento formal del mismo.

 

La hoja de Granada se incluye en la provincia corológica Bética, y dentro de esta en el sector Malacitano-Almijariense, si bien aparecen matices propios del subsector nevadense en el borde oriental, de acuerdo con RIVAS MARTINEZ et al. (1987).

 

Teniendo en cuenta la limitada altitud de la zona de estudio, debe incluirse la vegetación en el piso mesomediterraneo, alcanzándose puntualmente el supramediterraneo en cuotas más altas, donde se observa la desaparición de especies como el olivo o el esparto que marca el límite entre varios pisos bioclimáticos.

 

La vegetación presenta un caracter típico mediterráneo, caracterizada por la comunidad climácica (Paeonium-Quercetum rotundifoliae) que se conserva de forma aislada, reconociéndose el dominio potencial por las comunidades seriales. Aparecen comunidades arbóreas y arbustivas cuyos integrantes suelen tener una fisonomía semejante xérico-exclerófilos, aunque por la actividad destructora de acciones antropozoógenas, talas, incendios, cultivos cerealistas,...etc. encontramos su máxima densidad en áreas bajas, para disminuir progresivamente conforme se asciende altitudinalmente, alcanzando la superficie correspondiente a las comunidades seriales, en estado más o menos degradado.

 

Fisionómica y paisajísticamente el denominado "matorral-tomillar" está constituido por Labiadas y Leguminosas, y los suelos sobre los que aparecen presentan generalmente como denominador común una acusada riqueza en carbonatos alcalinotérreos, tratándose, como indica MARIN (1978) de matorrales y tomillares, generalmente en zonas donde la vegetación climácica se halla degradada.

 

Las comunidades pertenecientes al orden Plomidetalia purpureae Riv. God. y Riv. Mart. 1968, se desarrollan generalmente sobre sustratos ricos en bases, presentando una estructura de matorral poco denso. Se trata de un tipo de "vegetación serial" que sustituye a la climácica al alterarse el equilibrio suelo-vegetación potencial en los pisos basal y colino del sur de la Península Ibérica. Los matorrales pertenecientes a este orden suelen desarrollarse sobre suelos más o menos erosionados, destacando las especies Micromeria gracea (L.) Bentan, Coriyothymus capitatus (L.) Rchb., Helianthemun hirtum Pers., Phlomis purpurea L., Genista umbellata (L'Her) Biet, Ulex parviflorus Pourr., Genista cinerea (Vill) Dec. ssp. cinerea, Lavandula lanata Boiss, Rosmarinus officinalis L., Chamapeuce hispanica Dc., Helichrysum stoechas Dc., Thymus zigis L., Stipa tenacissima L., Santolina chamaeciparissus L., Linum narbonense L.

 

Como consecuencia de las intensas degradaciones de la vegetación climácica aparecen comunidades de terófitos (anuales) pertenecientes a la clase fitosociológica Thero-Brachypodietea Br. Bl. 1947, que constituyen los pastizales áridos localizados sobre suelos de poca profundidad en altitudes comprendidas entre los 650 y 1000 m. Destacan las especies Teucrium pseudochamaepitys L., Trifolium stellatum L., Brachypodium ramosum Roem., Brachypodium distachyum L., Trifolium scabrun L., Plantago psyllum L., Helianthemum ledifolium (L.) Miller, Campanula orinus L., Saxifraga tridactylites L., Trigonella mosnspeliaca L., Medicago mínima (L.) Bertal.

 

Como consecuencia del pastoreo se originan pastizales con Poa bulbosa L., aunando las comunidades finales de evolución en las clases Helianthemetea e Ihero-Brachypodietea. Trifolium subterraneum comparte la dominancia de manera que se aumenta de forma importante las condiciones favorables para el uso agropecuario.

 

La catena natural del curso medio del rio Genil debió constar de tarayares (Tamaricetum gallicae), con sauces de porte medio que formarían una banda más o menos continua y enmarañada, respecto a las choperas (Salici-Copuletum). Estas contactarían con olmedas, sobre suelos profundos en los que aparece pseudogley. Las olmedas y zarzales entrarían en contacto con encinares o quejigares al hacerse más secos los suelos.

 

Donde los sedimentos presentan cierto contenido en yeso que afloran a la superficie, la vegetación ha sufrido un importante cambio dentro del ambiente árido y fuertemente antropizado, quedando isleos relictos donde la naturaleza del roquedo impide las labores agrícolas.

 

Los islotes climácicos son cada vez menos frecuentes, estando conformados por un matorral de chaparros, con algunas encinas y acebuches. Los pinares están poco extendidos en la zona, siendo consecuencia de las repoblaciones realizadas por el ICONA y alcanzando cierta significación en el borde este de la hoja, fundamentalmente en la Sierra de Alfacar y Viznar, y puntualmente en el Parque de Invierno del Llano de la Perdiz.

 

En la zona estudiada los cultivos mayoritarios están constituidos por cereales en labor intensiva, olivar y regadío. El laboreo intensivo se refiere a explotaciones dominadas por distintas variedades de trigo, cebada, barbecho blanco y otros cultivos. En los ambientes más áridos y edáficamente más deprimidos, el cultivo cerealista sufre un retroceso en beneficio de especies arbóreas constituidas fundamentalmente por olivar de las variedades hojiblanco y marteño, junto con algunas zonas dedeicadas al almendral. En las áreas de regadio alternan los cultivos herbáceos con hortícolas, frutales, choperas y olivar de regadio. Como indica SANCHEZ (1968) se cultivan una amplia gama de hortalizas; dentro de las leguminosas destacan las habas y garbanzos, sufriendo un retroceso la lenteja; tambien se cultivan cereales de regadío como el maiz y de secano como el trigo o cebada; tabaco, en los alrededores de Fuente Vaqueros; patata, por toda la Vega; remolacha, alfalfa, chopos,...; destaca el áuge de los frutales y la progresiva implantación del girasol en las estribaciones de la Vega.

 

 

 

 

 

II.3. GEOLOGIA

 

Los materiales geológicos que afloran en la Hoja de Granada se pueden agrupar, para su descripción, en tres grandes grupos:

 

II.3.1. Zonas internas

 

1. Zona Bética

 

1.1.Complejo Alpujárride

 

Afloran los extremos de complejas estructuras en la parte oriental de la Hoja, constituidas como mantos de cabalgamiento. Se distinguen en él, el "Manto de la Alfaguara", formado por filitas y cuarcitas Permo-Triásicas, predominando ampliamente las dolomías del Trías superior; el "Manto de Carbonales", de materiales metamórficos del tipo esquistos, cuarcitas y mármoles, de edad Permo-Triásica; y el "Manto de la Plata", constituido por micaesquistos Paleozoicos.

 

1.2.Complejo Maláguide

 

Dispuesto sobre el anterior. Aflora un primer tramo más antiguo, de edad Silúrico-Carbonífero, compuesto por pizarras, areniscas y conglomerados. Le sigue un tramo mal datado (Pérmico-Trías medio) de materiales pelíticos, areniscosos y conglomeráticos de color rojo. Finaliza la secuencia un paquete dolomítico del Trías superior.

 

2. Zona Circumbética

 

2.1. Dorsal Bética

 

Afloran en la parte oriental de la Hoja, bajo materiales de la Zona Bética y entre ésta y las Zonas Externas. Presentan una elevada complejidad tectónica y un alto grado de desorganización. Pueden subdividirse en un tramo inferior compuesto casi exclusivamente por materiales carbonatados de diversa naturaleza y que abarca parte del Mesozoico, desde el Trías al Cretácico, y un tramo superior de margas y lutitas con intercalaciones detríticas que comprende parte del Terciario inferior (Paleógeno y Mioceno inferior).

 

2.2.Flysch circumbético

 

Se compone de materiales situados en posición alóctona, con aspecto caótico por la traslación desde áreas más meridionales. Es un tramo predominantemente margoso, con intercalaciones de calizas y que tiene una edad comprendida entre el Cretácico superior y el Mioceno medio.

 

 

II.3.2. Zonas externas

 

1. Zona Subbética

 

1.1.Subbético interno

 

Aparece representado en dos sectores de la Hoja como son Sierra Arana y Moclín-Pedrizaguilla. Presenta una potente serie basal calizo-dolomítica del Jurásico inferior con facies típicas de plataforma, sobre la que se sitúan facies de umbral (calizas nodulosas) del Jurásico medio y superior. En el Cretácico la sedimentación cambia a términos más margosos.

 

1.2. Subbético medio meridional

 

Se encuentra localizado en el centro de la Hoja, en Sierra Elvira, y rodeado por materiales de la Depresión de Granada. La serie se inicia en el Trías con materiales arcillosos y margosos que intercalan yeso (típicas facies Keuper). Las partes más elevadas del Trías están recubiertas de un material carbonatado de naturaleza dolomítica o carniolar. Este tramo presenta también varias intrusiones de rocas ígneas ("Ofitas") entre las arcillas y margas.

 

En el paquete dolomítico suprayacente destaca la intercalación de coladas volcánicas originadas en un medio subacuoso, conocidas como pillow-lavas (lavas almohadilladas). Finalmente se instaura una sedimentación carbonatada de calizas, margocalizas y margas durante todo el Jurásico, destacando algunos tramos con nódulos de silex y un Dogger fundamentalmente radiolarítico, volviendo a terminar con materiales calizos y margosos.

 

 

II.3.3. Neógeno y Cuaternario

 

1.Tortoniense

 

En esta época se produce la importante transgresión marina en toda la Depresión de Granada, ya configurada como tal. Se conservan pequeños afloramientos diseminados por toda la Hoja, constituidos por depósitos marinos de materiales calcáreos en su mayoría.

 

2.Turoliense superior

Finalizada la transgresión marina, la Depresión de Granada se continentaliza. Los primeros depósitos importantes son de conglomerados y arenas, es la llamada "Formación Pinos Genil". La naturaleza de los materiales es metamórfica y carbonatada, si bien los cantos calizos crean problemas a la hora de determinar el área fuente. La edad de la formación se establece por su posición estratigráfica entre el Tortoniense y el Turoliense inferior.

 

Por un tránsito gradual, se pasa de estos materiales aluviales a otros claramente fluviales, con depósitos de canal y de llanura de inundación, constituidos por limos micáceos, arenas y gravas con yeso de origen secundario y que se conocen como los "Limos de Cenes-Jun".

 

Encima de estos materiales se sitúan otros de influencia claramente lacustre, fruto del cambio lateral de facies entre el régimen fluvial y el endorréico. Son arenas, limos y lignitos propios de las partes marginales de un lago, con influencia de terrígenos, que evolucionan a depósitos lacustres propiamente dichos y constituidos por bancos carbonatados con gasterópodos entre los que se incluyen alternancias de yesos, lutitas y a veces carbonatos. La serie finaliza con depósitos de margas, margocalizas y calizas afectados en algunas zonas por materiales detríticos de borde, en los que aparecen niveles de lignito y micromamíferos.

 

3.Turoliense terminal-Plioceno

 

Tras una ruptura importante, caracterizada por su carácter discordante, se inicia el registro con depósitos lacustres someros influidos por fluviales y abanicos, estos materiales son margas claras y conglomerados. Contactando lateralmente con éstos se da un extenso depósito de materiales del tipo abanico aluvial. En sus partes más proximales dominan los conglomerados desorganizados con cantos de gran tamaño, en sus partes medias se dan depósitos conglomeráticos de canal e intercanal (arcillas y limos), en los que aparecen paleosuelos, y en sus partes más distales predominan los limos y arenas propios de la llanura aluvial lutítica con paquetes de conglomerados propios de canal.

En discordancia sobre estos materiales se sitúa un conglomerado metamórfico-carbonatado conocido como "Formación Alhambra", constituido por depósitos de abanico aluvial del tipo debris-flow. El área fuente de los materiales calizos no está bien determinada, al igual que la edad de la formación, situada entre el Plioceno y el Cuaternario. Culminando las secuencias granodecrecientes a techo, se destacan eposodios de desarrollo de suelos.

 

Relacionados con surgencias se desarrollan también afloramientos de calizas travertínicas, el más importante se sitúa al Norte del Embalse de Cubillas. En otros puntos los depósitos son de calizas y margocalizas.

 

4. Pleistoceno-Holoceno

 

Resultado de la regularización del relieve de las formaciones detríticas aluviales preexistentes, se generan extensos glacis, en los que se da una intensa meteorización de los materiales, predominando las arcillas y las costras calcáreas. La edad de este contacto no está establecida con claridad.

 

Al Norte de Granada capital se desarrolla la llamada Vega alta, como un conjunto de sedimentos aluviales de canal, con gran desarrollo de llanura de inundación (arcillas rojas, gravas y arenas), donde aparecen paleosuelos. La edad de estos materiales se correlaciona con las oscilaciones climáticas atribuidas al Pleistoceno medio-superior, si bien deberían correlacionarse con los depósitos de vertientes de zonas frías y los episodios de erosión glaciar de Sierra Nevada.

Relacionados con el cauce del río Genil y sus afluentes se recogen todos aquellos materiales ligados al funcionamiento actual o subactual de la red fluvial. Como formación aluvial importante en la Depresión de Granada se representa la denominada Vega baja, en la que se llegan a diferenciar hasta tres niveles de terrazas. Destacar que estos materiales abarcan edades comprendidas entre el Pleistoceno superior hasta la actualidad. Puntualmente aparecen una serie de travertinos ligados a las surgencias de macizos carbonatados, resaltando los situados al Sur de Cogollos Vega y alrededores de Alfacar.

 

Por último se agrupan una serie de materiales actuales y subactuales bajo la denominación de depósitos de ladera y derrubios en general, producidos por los agentes erosivos que afectan a las partes más inestables de los diversos relieves configurados.

 

 

 

 

II.4. RELIEVE

 

La configuración del relieve en esta Hoja está estrechamente relacionada con la evolución y composición de los materiales neógeno-cuaternarios, que dominan aproximadamente el 75% de los afloramientos, así como su relación con la red fluvial.

 

En rasgos generales, el relieve se configura desde la Depresión de Granada, elevándose progresivamente hasta enlazar con las sierras. La elevación se produce lentamente y mediante formas en general suaves. Las alturas de sus superficies son también moderadas. Como relieves más destacados caben mencionar, al noroeste la Sierra de Moclín, al norreste Sierra Arana, en el centro Sierra Elvira, y en el borde oriental un conjunto que comprende la Sierra de Alfacar y Víznar, la de la Yedra, la de Cogollos. El tránsito entre los relieves y la Depresión se realiza por medio de glacis y lomas suaves que enrasan con las vertientes calizas de dichas sierras a una altitud media de unos 900 metros. El desnivel con la llanura se salva sin accidentes acusados. Solo a la entrada a la Depresión y al pie de los relieves más acusados el encajamiento de los ríos ha disectado los materiales circundantes, quedando zonas elevadas, en algunos casos a más de mil metros, en las proximidades de las sierras.

 

Como relieve más destacado y único en toda la parte occidental de la Hoja, resalta la Sierra de Moclín, claramente diferenciada por sus pendientes escarpadas, pero que no alcanza alturas excesivas (1307 m). Hacia el este se pasa de forma progresiva a los pasillos naturales de los ríos Frailes, Colomera y Cubillas. Este tránsito se realiza mediante un paisaje colinado, disectado por las vegas de los ríos ya mencionados. Al sur de dicha sierra aparecen colinas con relieves más marcados, allí donde afloran materiales carbonatados de mayor competencia (calizas y margocalizas), aunque no se pierden las morfologías onduladas. Este paisaje se continúa, con descensos progresivos de altura, hasta enlazar con la Vega.

 

En el extremo opuesto de la Hoja aparece Sierra Arana, en la que se alcanza la cota de mayor altitud (Collado del Espino con 1741 m). Este relieve carbonatado presenta, en algunos puntos, pendientes muy escarpadas que enlazan con importantes piesdemonte y glacis muy afectados por la red hidrográfica del Cubillas. Con relación al encajamiento progresivo de esta red hidrográfica, la primitiva superficie se ha ido modelando en formas generalmente poco marcadas, con cubiertas cuaternarias al pie de los relieves más escarpados y en las zonas de vega de los ríos más importantes. El relieve configurado solo se hace más abrupto en el piedemonte de Sierra Arana, donde el encajamiento de los barrancos ha dejado pendientes convexas.

Las superficies más elevadas se encuentran en el arranque de los glacis sobre las calizas de Sierra Arana, a unos mil metros de altura. Este nivel enrasa con el valle del Cubillas a unos 760 m., aunque la parte baja ha sido remodelada, originando colinas suavemente onduladas propias de la acción erosiva sobre materiales de escasa competencia.

A partir de esta sierra, y en dirección sur, se van alineando Sierra de Cogollos (1663 m.), con un extenso glacis que enlaza con el embalse del Cubillas y que está disectado por numerosos arroyos; Sierra de la Yedra (1486 m.), con pendientes elevadas en sus laderas y unas cumbres con morfologías suaves; y la Sierra de Alfacar y Víznar (1606 m.), que constituye el relieve montañoso más próximo a Granada con una morfología caracterizada por laderas abruptas junto con zonas de relieve más suave y del que nacen numerosas surgencias.

 

Descendiendo más al sur, ya cerca de la ciudad de Granada, se configura un relieve en el que se dan encajamientos marcados de la red fluvial de los ríos Beiro y Darro en los materiales neógenos y cuaternarios. Se individualizan una serie de colinas y lomas que alcanzan los 1000 m de altura y que están bien limitadas por cauces abarrancados. En el interfluvio entre el Darro y el Genil, destaca una extensa colina culminada por una superficie plana subhorizontal, conocida como "Llano de la Perdiz", desarrollada sobre los conglomerados de la Formación Alhambra y que se extiende hasta los límites de la ciudad donde se corta de forma brusca.

 

En el centro de la Hoja, al norte de la Depresión de Granada, se eleva el relieve subbético de Sierra Elvira, alcanzando su cota máxima a los 1102 m. Su piedemonte enlaza suavemente con el de las sierras del borde este y algo más bruscamente con la llanura de la Vega. Supone una elevación que provoca que sus aguas de la vertiente norte solo lleguen al Genil después de bordearla, alimentando el caudal del río Cubillas.

 

Finalmente, desarrollada sobre la llanura aluvial del río Genil, se extiende la Vega de Granada. Sin duda el rasgo más destacable es su simplicidad morfológica, caracterizada por una topografía suave y sencilla, cortada en su centro por el cauce del río.