Lección 1. EL SUELO: CONCEPTO Y FORMACION

 

 

4.4 Carácter dinámico del suelo

Para finalizar diremos que generalmente en un mismo suelo se desarrollan varios de estos procesos edafogenéticos, que pueden actuar simultáneamente, pero muy frecuentemente se presentan de una manera escalonada actuando en etapas sucesivas, de manera que el desarrollo de un determinado proceso prepara el terreno para la actuación del proceso siguiente y como resultado el suelo va evolucionando progresivamente, por lo que en los estudios edafogenéticos los suelos de una determinada región se agrupan en secuencias evolutivas como la que mostramos en la siguiente figura en la que se idealiza una clásica secuencia evolutiva para suelos desarrollados sobre un material original de carácter ácido.

Todo el texto que hemos expuesto hasta aquí en esta primera lección se refiere a suelos vírgenes, suelos naturales en los que se produce una evolución positiva hasta un suelo clímax equilibrado con el medio ambiente, pero cuando el hombre arranca la vegetación natural, instala el monocultivo y lo labra se rompe bruscamente este equilibrio alcanzado tras miles de años de evolución y el suelo responde con una degradación (con pérdida de calidad y disminución de su espesor) progresiva del suelo que en los casos extremos puede converger en la pérdida total del suelo. Podemos pues hablar del CICLO DEL SUELO.

4.5 Suelos policíclicos

Hasta aquí hemos hablado de suelos simples con un sólo ciclo de formación pero a veces la génesis de los suelos antiguos es más compleja y es el resultado de varios ciclos de formación. La roca inicial se altera, se incorporan aportes orgánicos y tras la meteorización física y química se forma el suelo (primer ciclo); pero puede ocurrir que este suelo sea enterrado por nuevos aportes de materiales (por ejemplo, por una riada o un coluvio) los cuales al transcurrir el tiempo se edafizarán y formarán otro suelo (segundo ciclo) sobre el suelo primitivo (que en el momento del enterramiento es muy posible que haya perdido algunos de sus horizontes superficiales) quedando un suelo con un perfil complejo pues si los materiales aportados en el segundo ciclo no son muy espesos su edafización afectará también al suelo primitivo solapándose los efectos de ambos ciclos.

 

  Lo normal en los paleosuelos es que no encontremos sus hor. superficiales A y E (ni tampoco la parte más superficial del hor. B) pues la llegada de los nuevos materiales que los entierran es un episodio dramático que decapita toda la parte superficial del suelo donde estos aportes se depositan.
   
  En Niguelas, al pie de Sierra Nevada (Granada) los episodios de deposición se alternan con episodios edafogenéticos, pudiéndose distinguir cinco suelos superpuestos (NIG-1, NIG-2, NIG-3, NIG-4 y NIG-5).   En los olivares de Jaén, cerca de la capital, se encuentra este paleosuelo que evidencia su carácter policiclico por la distribución de los carbonatos en el perfil

 

En Babilafuente (Salamanca) se encuentra este paleosuelo que ha conservado su horizonte A primitivo.

 

Si se está receptivo, en cualquier momento de la vida cotidiana puede surgir una imagen que sirva para aclarar un concepto edafológico. Caso 9. Coches o paleosuelos.

 

 

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