1. Introducción

Objetos tridimensionales observados en 2 dimensiones

 

Es prácticamente imposible deducir, a partir de la lámina delgada la forma tridimensional de un objeto. Uno de los mejores ejemplos nos lo proporciona Smith 1956 y viene representado en la figura siguiente donde se muestran algunas de las posibles secciones originadas a partir de un cubo (ej. un triángulo, un cuadrado, un rectángulo, un hexágono).


Uno debe también tener presente que en muchos casos la sección observada es tangencial o subtangencial, lo que puede dar lugar a interpretaciones erróneas, por ejemplo las secciones transversales de canales pueden aparecer como poros ovales o esféricos y raramente aparecerán elongados.

Una sección tangencial (B) de un nódulo nucleico (a) puede no tocar el núcleo y aparecen como un nódulo típico; una sección subtangencial de un canal o cavidad o hipo o cuasi revestimiento (b) puede simular la presencia de nódulos impregnativos (B). Una sección tangencial de un revestimiento de un canal (c) puede aparecer como un relleno(B). Las secciones (A) darían interpretaciones correctas.

Tampoco es probable que los granos se corten según su diámetro más largo (figura del cubo), por lo que en lámina delgada aparecerán, generalmente, más pequeños de su tamaño real.

Solamente la sección que aparece como resultado de cortar el grano por su parte central muestra el diámetro real.

Por la misma razón uno raramente ve granos de esqueleto en contacto con otros en láminas delgadas ya que el punto de contacto está la mayoría de las veces situado fuera del plano de la sección de corte. Un empaquetamiento cerrado de granos de arena gruesa aparecerá en lámina delgada como un enjambre de granos aislados que se presentan a cierta distancia unos de otros.

 

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