Las soluciones de bicarbonatos circulan a través del suelo y cuando estas alcanzan el estado de saturación (principalmente por pérdidas en agua o de CO2) entonces tiene lugar la precipitación y la consecuente cristalización.
Las condiciones de formación influyen tanto en el tipo de cristales formados como en la clase de acumulaciones resultantes.
Varios parámetros influencian la forma y tamaño de los cristales de carbonato formados. De acuerdo con Folk (1974) los principales son:
concentración de las soluciones,
contenido en Na y Mg,
velocidad de precipitación,
temperatura y
presencia de materia orgánica.
Sólo algunos de ellos han sido considerados en los estudios edáficos.
La velocidad de formación parece tener una influencia decisiva en el tamaño de los cristales, de manera que cuanto más lenta es la formación más grandes son los cristales formados (Barthurst 1971). Bal (1975) observa que los cristales grandes se forman lentamente en poros tubulares en suelos con valores de pH uniformes, mientras que los cristales pequeños se forman rápidamente, en suelos con valores de pH contrastados, como resultado de la sobresaturación de las soluciones de bicarbonatos cuando llegan a los horizontes más profundos con pH alto, procedentes de los horizontes superiores donde rigen condiciones más ácidas.
Otro factor importante es la presencia de partículas de arcilla, que actúan como núcleos de cristalización e inducen la formación de carbonatos de tipo micrita.
Finalmente el grado de sobresaturación afecta la velocidad de cristalización, y por tanto también a la forma y el tamaño de los cristales, que en soluciones sobresaturadas tienden a formar aciculares. Además, la presencia de ciertos iones en la solución puede aumentar la tendencia a las formas aciculares.
Sin embargo, como es natural, las condiciones de formación no sólo afectan la forma y tamaño de los cristales sino que son también responsables de la mineralogía resultante. Revisando las condiciones de formación de los carbonatos, Lippmann (1973) indica que se forma calcita cuando presión, temperatura, concentración de sales y contenido en magnesio son bajos, y se forma aragonito con altas presiones y temperaturas, soluciones concentradas y alto contenido en magnesio.
También debemos tener en cuenta que pueden existir transformaciones en los carbonatos, después de cristalizar, que afectarán a la forma y tamaño de los granos; por ejemplo, por un proceso de recristalización se puede producir esparita a partir de micrita.
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