Evaluación de Suelos

Tema 4. Evaluaciones para fines específicos. Esquema de evaluación FAO. Evaluación para riego USBR. Bibliografía.


Evaluaciones para fines específicos

Los métodos de aptitudes específicas (land suitability) evalúan la aptitud de los suelos para producir cultivos concretos y con un manejo específico. Son sin duda los sistemas más lógicos ya que cada uso del suelo tiene sus propias exigencias, mientras que las evaluaciones de la capacidad de uso (usos generales: cultivos, pastos, bosques) se consideran unas limitaciones con unas valores medios que afectan a los usos más usuales. En estas evaluaciones específicas los factores socioeconómicos revisten gran importancia. Se requiere que los beneficios superen los inputs necesarios, y para la evaluación deben ser considerados los condicionantes locales o nacionales. La evaluación tiene dos enfoques, se puede trabajar para evaluar que tierras son las mejores para un determinado cultivo o cuál es el cultivo idóneo para cada tipo de tierra. Estos sistemas de evaluación pueden ser tan numerosos como los usos del suelo. Para tratar de homogeneizar criterios la FAO ha propuesto un sistema de evaluación que más que un sistema completo se trata de un esquema con directrices generales para elaborar sistemas evaluadores concretos.
 
 
Esquema para la Evaluación de Tierras FAO (1976), The FAO Framework for Land Evaluation
 
El esquema para la Evaluación de Tierras de la FAO (1976 y posteriores guías: for rainfed agriculture, 1983; forestry, 1984; irrigated agriculture, 1985; extensive grazing, 1991) es considerado como un sistema estándar de referencia en todo el mundo, y ha sido aplicado tanto en países desarrollados como en zonas del tercer mundo.
 
        Este sistema no constituye un método completo sino sólo un esquema, un armazón común sobre el que se desarrollan los sistemas para cada uso concreto del suelo. El sistema se basa en los siguientes conceptos:
 
i)            Se califica la tierra no sólo el suelo.
ii)           La evaluación ha de ser definida para un uso específico de la tierra (cultivo y manejo). 
iii)          La evaluación ha de tener en cuenta tanto las condiciones físicas como las económicas.
iv)          El concepto de Evaluación de Tierras es esencialmente económico, social y político.
v)           La evaluación requiere una comparación entre dos o mas alternativas de uso.
vi)          La Evaluación de Tierras ha de proponer un uso que sea sostenible.
vii)         La Evaluación de Tierras requiere de un estudio multidisciplinar.
 
        No obstante, según lo que se expuso en el primer tema de evaluación, nosotros  a la hora de aplicar este esquema de Evaluación de Tierras solo haremos la parte del estudio que se refiere a la Evaluación de Suelos.
 
        En el esquema se reconocen cuatro categorías. La más alta categoría es el Orden que refleja, a grandes rasgos, si un suelo es apto o no para un uso concreto. Se reconocen dos órdenes:
 
         S = Si apta (Suitable). Tierras en las que los beneficios superan costos y el uso sostenido de la tierra no la incapacita en un período de tiempo suficientemente largo.
 
          N = No apta (Not suitable). Las tierras pueden clasificarse como no aptas para un uso determinado por una diversidad de razones. Puede ocurrir que el uso propuesto sea técnicamente impracticable, tal como el riego de tierras rocosas escarpadas, o que provoque una grave degradación ambiental, como  el cultivo en laderas escarpadas. Frecuentemente, sin embargo, la razón es de tipo económico: el valor de los beneficios esperados no justifica los costos de los insumos que serían  necesarios.
 
        La segunda categoría es la Clase que refleja grados de aptitud dentro del orden. Se enumeran de un modo consecutivo, mediante cifras arábigas.
 
  Para el Orden S se consideran tres clases:
 
        S1 = Altamente apta. Sin limitaciones para el uso sostenido o limitaciones de menor cuantía que no afectan la productividad ni aumentan considerablemente los costos.
 
        S2 = Moderadamente apta. Limitaciones moderadamente graves que reducen los beneficios, o implican riesgos de degradación en el empleo sostenido del suelo.
 
        S3 = Marginalmente apta. Las limitaciones para el uso sostenido son graves y la balanza entre costos y beneficios hace que su utilización solo se  justifique de forma marginal. Su empleo se justifica, normalmente, por razones distintas a las económicas.
 
        En el Orden N se reconocen también tres clases:
 
        N1 = No apta actualmente. Tierras cuyas limitaciones podrían eliminarse con medios técnicos o insumos, pero que estas modificaciones en la actualidad son impensables.
 
        N2 = No apta permanentemente. Limitaciones graves, de índole generalmente física, que se suponen insalvables a largo plazo.
 
        X = Tierras para conservación. No apta para su explotación, tierras de especial protección, debido a su  conservación, vida silvestre, de especial interés científico ecológico o de interés social (como parques, reservas, o zonas de recreo).
 
        Los limites entre los órdenes (S y N) y entre las diferentes clases (S1, S2, S3 y N1, N2) se establecen por la presencia de factores limitantes. Un factor limitante es una característica del suelo que dificulta su empleo, reduce la productividad, aumenta los costos e implica riesgos de degradación, o todo a la vez.
 
        Los factores limitantes se usan para definir la tercera categoría del sistema que es la Subclase, que representa el tipo o tipos de limitación principales. El número de limitaciones que figuren en el símbolo de cada subclase debe ser el mínimo para que el resultado sea manejable. Una, o rara vez, dos letras bastarán normalmente. Las limitaciones propuestas: t, pendiente; e, riesgo de erosión; p, profundidad; s, salinidad; d, drenaje; c, deficiencia bioclimática; r, rocosidad / pedregosidad; i, riesgo de inundación, pero pueden ser modificadas en función de las necesidades de cada evaluación.
 
        Por último, la cuarta categoría es la Unidad que establece las diferencias dentro de las subclases en función del uso deseable. Todas las unidades dentro de una subclase (S2rA, S2rM, ...) tienen el mismo grado de aptitud a nivel de clase (S2) y características análogas de limitación a nivel de subclase (r), pero con diferente manejo (A o M, en el ejemplo). Las unidades difieren entre sí en sus características de producción o en aspectos secundarios de sus exigencias de ordenación. Su reconocimiento permite una interpretación detallada a nivel de planificación de la explotación. Las unidades se distinguen mediante letras mayúsculas que se colocan al final. No hay límite alguno para el número de unidades reconocidas dentro de una subclase. Las definidas, en un principio son: A, intensificación en el uso agrícola sin necesidad de grandes mejoras; M, intensificación en el uso agrícola con necesidad de mejoras importantes (riego, etc); P, dedicación a pastos para uso ganadero; F, repoblación forestal.
 
        La nomenclatura quedaría así:

        En algunos casos puede añadirse la designación de ''condicionalmente apta'' siempre que se cumpla con determinadas condiciones (cuando se introducen mejoras) y la nomenclatura de la clase sufre una modificación añadiéndole una letra ”c”, por ejemplo Sc2 .
 
        Dependiendo de la escala de trabajo se llega hasta nivel de subclase o de unidad.
 
        Existe una aceptable equiparación entre este esquema FAO y las Clases Agrológicas USA

       Un papel muy importante en este Esquema lo representa el concepto de Tipos de Utilización de Tierras (Land Utilization Type, LUT). Representa una descripción muy completa de la utilización de la tierra para un uso propuesto, en términos de cultivo (tipo y rotación), manejo del suelo (labranza, inputs y posible riego) y marco socioeconómico (mano de obra, mercado, distribución, costes, beneficios y subvenciones). Para que un determinado LUT se pueda proponer es necesario que el cultivo pueda encontrar en la tierra unos determinados requisitos que satisfagan al LUT y estos se agrupan dentro del concepto de  Requerimientos del Uso de la Tierra (Land Use Requirements, LUR). Para que estos requerimientos se cumplan la tierra debe proporcionar unas determinadas cualidades, las Cualidades de la Tierra (Land Qualities, LQ), las cuales se apoyan en unas determinas características de la tierra, las Características de la Tierra (Land Characteristics, LC). Las LCs representan las características de los suelos que se pueden observar y medir en el perfil o en el laboratorio, mientras que las LQs son cualidades complejas que no son directamente medibles sino que son estimadas a partir de una determinada combinación de LCs.
 
        Así tendríamos referidos de momento sólo al suelo (no al concepto más amplio de tierra)

        Las LQs son una consecuencia directa de las LCs. Las LQs utilizadas para definir los LUT son numerosas (aunque mucho menos que las LCs) y tan diversas como: disponibilidad de nutrientes, facilidad de laboreo, riesgos de inundación, resistencia a la degradación, accesibilidad a la tierra, etc. Y cada una de ellas se basará en un conjunto de LC, así, por ejemplo, la LQ “Disponibilidad de nutrientes” será un combinación de las LC que tiene incidencia en la disponibilidad de nutrientes: materia orgánica, nutrientes (N, K, P), capacidad de intercambio catiónico, cationes de cambio, grado de saturación en bases, pH, salinidad, carbonatos, profundidad y gravas; mientras que la LC “Disponibilidad de agua” se basará en las siguientes LC: textura, estructura, drenaje, agua útil, y reserva de agua.

       Pensamos que para facilitar la elaboración de un determinado LUT para evaluar una tierra (no sólo el suelo) podría ser interesante apoyarse en LQ organizadas como: Soil Qualities (SQ), Clima Qualities (CQ), Topography Qualities (TQ), Management Qualities (MQ) and Socio-economic Qualities (SEQ), las cuales se calcularían sobre la base de sus correspondientes características SC, CC, TC, MC y SEC.

        En conjunto el Esquema FAO representa un sistema muy útil y flexible, de fácil adaptación a las características locales. Como principales inconvenientes destaca: i) la confusión conceptual que ha generado al utilizar términos preexistentes; ii) la baja articulación entre las características físicas con las sociales y económicas.
 
Para realizar la Evaluación de Tierras hay que:
 
i)                  seleccionar y describir los LUTs;
 
ii)                 definir las necesarias LQs en base a las LCs;
 
iii)                definir los valores idóneos de las LCs;
 
iv)                medir las LCs de los suelos en las unidades de evaluación (land units);
 
v)                 realizar un estudio económico y social;
 
vi)                presentar la evaluación final y reflejarla en un mapa con las correspondientes unidades de evaluación.
 
 
       Para los LUTs, LQs y LCs se establecen cinco condiciones en función de su idoneidad (S1, S2, S3, N1 y N2). Como carácter diferenciante se puede: usar sólo la limitación mayor, un LUT se definiría como de clase S2ab si presenta las LQa y LQb de nivel S2 y la LQc de nivel S1; o tomar una combinación de limitaciones (número e intensidad) el LUT anterior se definiría de clase S3 por tener dos LQs con valor S2; y también se puede introducir un factor de corrección en función de la profundidad a que se encuentran las limitaciones.
 
       La elección de las características a tener en cuenta a la hora de hacer una Evaluación de Suelos se puede hacer por medio de un tratamiento estadístico. Por ejemplo, para conocer que características del suelo tienen repercusión en la producción de un determinado cultivo se puede realizar un análisis de componentes principales; posteriormente el análisis de la varianza (ANOVA) diferenciará a las características significativas; la regresión simple destaca de entre las propiedades significativas aquellas que se encuentran más directamente relacionadas con la producción; finalmente, el establecimiento de la ecuación de regresión múltiple nos permitirá establecer los valores de las características elegidas que nos definirán los niveles de aptitud S1, S2, S3 y N.
 
       La tabla de evaluación se puede hacer muy completa como estas realizadas por el edafólogo belga Sys.
 
       Primero se seleccionan aquellos parámetros que condicionan la producción de un determinado cultivo.

       Elección de los parámetros que influyen en la producción de un determinado uso del suelo
 
       Después se rellena la tabla con los valores establecidos después de la experimentación, tanto para las características de suelo como para las climáticas.

       Valoración de los límites entre las distintas clases (S1, S2, S3, N1 y N2) de evaluación para los parámetros del suelo que inciden sobre la producción de trigo según Sys.

       Pero también pueden ser útiles otras tablas de evaluación mucho mas sencillas, como las elaboradas por el International Institute for Geo-Information Science and Earth Observation de Holanda.

       Valoración de los límites entre las distintas clases (S1, S2, S3,y N) de evaluación para los parámetros del suelo que inciden sobre la producción de tres tipos de cereales según el ITC de Holanda

Programas de ordenador para evaluar según el  Esquema FAO para la Evaluación de Tierras

 

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