Figuras de interferencia de biáxicos y la orientación de la talla del mineral

 

Básicamente, en un cristal biáxico se pueden diferenciar las cinco orientaciones principales que se destacan en el siguiente dibujo: a, b, c, d y e.

a. Talla perpendicular a la bisectriz aguda

 

b. Talla perpendicular a la bisectriz obtusa

 

c. Talla perpendicular a un eje óptico

 

d. Talla inclinada, posición general

 

e. Talla paralela al plano de los ejes ópticos

 

 

 

a. Talla perpendicular a la bisectriz aguda

La isogira está formada por una cruz de ramas perpendiculares que al girar se rompe en dos ramas de hipérbola y al seguir girando se vuelve a cerrar en una cruz. Para que sea perpendicular a la bisectriz aguda es necesario que las ramas en todo momento permanecen siempre dentro del campo de observación.

Las ramas de la cruz son asimétricas, siendo una netamente más ancha que la otra (hecho no siempre distinguible en la práctica). La rama más estrecha muestra unos puntos de estrechamiento máximo que corresponden con los puntos de incidencia de los ejes ópticos, a estos puntos se les conoce como "melatopos" (representados en la figura por "A" y "B").

Se puede conocer las direcciones de vibración de las ondas en cualquier punto del campo. Se une el punto considerado ("N", en la figura) con los melatopos y se formará un ángulo. Una onda vibrará en la dirección bisectora de este ángulo ("d", en la figura) y la otra onda lo hará en dirección perpendicular ("c").

En esta talla, en la dirección bisectora vibra siempre el componente de índice beta, mientras que en la perpendicular el valor del índice de refracción de las ondas será gamma o alfa dependiendo del signo óptico del mineral.

El esquema anterior es también válido para cuando la cruz se encuentra desdoblada en dos ramas (girada 45 grados), en este caso los melotopos son los puntos màs cecano entre las dos ramas. En la siguiente figura se muestran las direcciones de vibración de numerosos puntos (los melatopos se resaltan en color rojo).

Como se trata de cristales biáxicos, la presencia de dos ejes ópticos hace que las isocrómaticas sean de forma más compleja de lo que ocurria en los uniáxicos. En la figura de interferencia aparecen circulos, elipses y formas más complejas, que recuerdan al número ocho. Se les llama Superficies de Bertin.

 

b. Talla perpendicular a la bisectriz obtusa

La figura es similar a la anterior, pero ahora las ramas al abrirse se separan tanto que llegan a desaparecer durante unos momentos del campo de observación.

 

En la siguiente figura se muestra la relación entre las figuras de interferencia de las tallas perpendiculares a la bisectriz aguda y obtusa.

En los minerales en los que el ángulo de los ejes ópticos es muy grande las figuras de interferencia de las tallas perpendicular a la bisectriz aguda y obtusa se confunden.

 

c. Talla perpendicular a un eje óptico

La figura está formada por una sóla isogira situada en el centro del campo. Al girar se dobla, permaneciendo en el centro y mostrando su concavidad para los distintos cuadrantes del campo (es similar a la talla perpendicular a la bisectriz aguda pero ahora se ve sólo una rama).

Las isocromáticas forman anillos concentricos, en cualquier momento.

 

d. Talla inclinada, posición general

La figura de interferencia está formada por una cruz isogira con su centro situado fuera del campo de observación.

Al girar, la figura se va viendo por partes. Se observa una sola rama isogira que se desplaza por el campo de observación hasta salir fuera de él. En unas ocasiones entra en el campo la rama vertical de la cruz isogira y en otras ocasiones la hace la rama horizontal. En ocasiones es una rama recta (horizontal o vertical) y en otras se curva (inclinada). Las bandas no permanecen rectas al abandonar el campo de observación.

Esta figura no sirve para diferenciar un cristal uniáxico de otro biáxico.

 

e. Talla paralela al plano de los ejes ópticos

Cuando el corte es paralelo al plano de los ejes ópticos (los ejes ópticos caen en el plano de la preparación) se forma una figura denominada flash. Se caracteriza por una cruz isogira de ramas extraordinariamente anchas que ocupan prácticamente todo el campo de visión. Basta girar un pequeño ángulo (<5 grados) para que desaparezcan completamente del campo visible.

Los cristales biáxicos presentan esta misma figura y por tanto no sirve para distinguir un cristal uniáxico de otro biáxico.

 

En la figura de interferencia de los cristales biáxicos hay una determinación de un alto valor diagnóstico y esta es la medida del ángulo que forman los ejes ópticos.

 

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